Consejos para el cuidado de los pies en verano

Algunos de los problemas más comunes que aparecen en esta época son

–Rozaduras y ampollas.

Son uno de los problemas más frecuentes. Se deben a la fricción de la piel con el zapato o sandalia, bien provocando una herida en el caso de la rozadura o en el caso de la ampolla acumula líquido.

–Exceso de sudoración.

Una humedad excesiva puede provocar diferentes problemas, uno de ellos son grietas interdigitales y aparición de hongos, como es el Pie de Atleta.

–Sequedad excesiva de la piel.

Debido a las altas temperaturas y al llevar los pies al aire esto provoca una mayor sequedad por falta de hidratación, dando lugar a una acumulación de hiperqueratosis (durezas), sobre todo en talones y zonas de mayor roce.

-Verrugas plantares.

ES otro problema bastante frecuente en verano, producido por el papilomavirus, que abundan en zonas húmedas y calientes como las piscinas, gimnasios, saunas, etc. Son muy frecuentes en niños. Con el uso de unas chanclas apropiadas se previene su contagio.

En el caso de aparecer cualquiera de estas patologías debe acudir inmediatamente a su podólogo, el cual podrá diagnosticar cualquier alteración y le dará el tratamiento adecuado.

Consejos para evitar la aparición de dichos problemas:

1. Visitar al podólogo para explorar los pies detenidamente y comprobar que no existe ninguna patología que se puede agravar con el calor. Este eliminará las durezas y helomas existentes. Realizará un corte adecuado y pulido de las uñas. Aplicará el tratamiento adecuado para evitar posibles lesiones como son las grietas en los talones, frecuentes en verano.

2. Utilizar un calzado adecuado para esta época. Es importante que sea transpirable, para evitar el exceso de sudoración.Utilizar siempre chanclas de baño en piscinas, saunas, gimnasios y zonas públicas donde se está en contacto directo con la humedad para evitar el contagio de verrugas plantares y hongos, pero no para el uso diario, ya que el pie no va nada sujeto y esto puede provocar diferentes patologías.Utilizar un calzado sujeto al pie, que sea cómodo y flexible con una suela amortiguadora. En el caso de las mujeres sandalias atadas al tobillo.

3. Secar muy bien los pies, sobre todo en la zona de entre los dedos, para prevenir la aparición de hongos y otras infecciones.

4. Hidratar los pies diariamente por la mañana y noche con una crema adecuada.